Hoy me encuentro débil, flaqueante al recuerdo
Cabizbaja, vencida por este sentimiento que evado;
Lucho día y noche por no deshonrarte.
¿Qué hago? ¿Donde lo escondo?
Frágiles gritos se ahogan con mis lágrimas,
¿Donde estas? ¿Por qué no vuelves?
Y en la penumbra de la noche, el olvido.