“Mi unicornio azul ayer se me perdió, lo deje pastando y hoy ya no apareció”
Son las letras de una canción, que bien reflejan nuestra historia,
“..pagaría por cualquier información”- le sígue la prosa,
Y yo rezo a cada hora por volverte a ver.
“No sé si se me fue, no se si se extravió..”
Las notas que dejaste fueron : “no te entiendo, !se feliz!”
En el aire mi respuesta se quedo esperando por tu arribo, mas nunca este sucedió.
“Hicimos amistad, un poco con amor, un poco con verdad..”
Y en la nada todo quedo, en la profunda ambigüedad.
“Puede parecer acaso una obsesión..”
Y que puedes esperar de tan grata amistad,
“Mi unicornio azul se me ha perdido ayer, se fue…”
Dios, una palabra de solo cuatro letras
Que encierra tanto poder y magnificencia.
Pronunciada por tantas bocas y en muchas lenguas.
En expresiones de paz, en deseos de bienestar y hasta incluso, en maledicencia.
Odiado por muchos, dudado por tantos y amado por pocos.
Dios, el justo, la justicia y la esperanza.
Protagónico del último pensamiento ante la muerte.
Antagónico en la vida de cada ser humano.
El dador de la vida,
Victorioso ante la muerte.
El que espera con paciencia
Bondadoso ante la clemencia.
Su día se acerca, no importando cuantos lo crean.
Impartirá su justicia según los actos de conciencia.
Es desesperante desearte como te deseo y no tenerte,
hablarte como te hablo y que no escuches,
escribirte cada noche y que no leas,
tratar de recordarte cuando jamás te he mirado,
Es desesperante esperarte y saber que nunca llegaras.
Hoy vi dormir a la luna, entre las olas del mar se cobijo,
estaba fatigada y exánime; extrañando a su gran amor.
Aquel, que en un hechizo mágico le arrebataron de jalón.
Por eso, cada noche le persigue esforzada y con desvelo.
Mas en cada madrugada, cuando más cercano pareciera estar,
cansada y sin aliento en el mar se va a posar.
Ella sabe que a su paso jamás le alcanzara,
pero vive esperanzada de aquel día- el eclipse solar-
cuando por solo unos minutos cara a cara se verán.
Después de un buen café ya no puedo dormir,
Para colmo este insomnio que no se aburre de mí,
Tal parece que le agrado, del todo no me desagrada él,
Después de todo trae consigo,
Tu recuerdo en cada anochecer.
Me reprocha tu ausencia, ¿Qué le puedo yo decir?
Solo una sonrisa en mueca que oculta mi sentir.
No me aferro a la nostalgia, pero ella se aferra de mí,
Tantas veces la he corrido ¿Por qué se empeña en venir?
Vano es el esforzarse a olvidar,
Disfrutar el recuerdo me suena más.
Después de todo, ¿A quién le importa olvidar?
Si aun en recuerdo se puede volver a amar,
