Estoy cansada de buscar errante en el
horizonte
y encontrar desierto en mi corazón;
y encontrar desierto en mi corazón;
Que cada noche al salir la luna, me
encuentre innata como en el primer día.
Me ha fastidiado la rutina infame, que
aturde mis sentidos y devoción,
Tanto quisiera desaparecer con el primer
brillo de la mañana
Y aparecer allá donde el arcoíris tranquilo
reposa.
Entonces, en un capullo cubrirme toda, apagar
mi mente y olvidar quien fui
Renacer prudente en una mariposa, llena de
colores y libre al viento,
acariciar los pétalos de una flor.