Hoy amanecí pensando en ti.
Y es que el silencio que me rodea gritó tu
recuerdo.
De aquella noches en que, en mi tristeza,
buscaba tu nada,
tu ironía, tu soledad.
Aquella soledad que bien mezclada con la mía
era una sintonía sin ecualización.
Una melancólica melodía que Silvio
acompañaba.
Y hablando de Silvio, también me acorde de
él.
Lo he buscado y me ha traído serenada en mi
dolor.
Ojala estuvieras aquí.
Que nos valga la vida, que para vivir hay que
gozar.
Lo que digan los demás está de más.
y Aunque ya no te espero,
Sigo aquí, deseando que las mariposas de
aquellos tiempos
aun tengan en sus alas piscas de aquella
soledad