domingo, 17 de octubre de 2010

Aquiescencia del Adios

Me vestí de gala en tu favor, te envié la canción del adiós,

Escribí - No espero más- y me despedí entre líneas.

Y aquí me encuentro, quitándome el maquillaje, escuchando Silvio, deseando tu regreso.

Te extraño, y lo digo al viento en un grito agudo hacia dentro

Donde nadie escucha mi voz, donde nadie sabe mi sentir.

Te extraño, como aquella luna que callaba a la sinfonía del silencio,

Como la flor que oculta la miel desde la raíz.

Es difícil quererte en el anonimato, amarte en el imposible

Dijiste adiós sin mirar atrás, sin pasar tus dedos por mis ojos,

Dejando abierto mi corazón y satisfecha la razón.

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